AHORRA ENERGÍA

Si realizamos un repaso por todas las actividades que realizamos a lo largo de un día, seremos conscientes de que el consumo de energía está presente en la mayoría de ellas (consumo en nuestros hogares y puestos de trabajo, uso de vehículo).

Por ello, es importante ser conscientes de la importancia de realizar un consumo responsable de la energía, fomentando el ahorro energético.

Pero ¿cómo ahorrar energía? Existen numerosas acciones que podemos tener en cuenta para fomentar el ahorro energético, pero las más sencillas se encuentran en pequeños gestos de nuestras rutinas diarias.

Entre todos, podemos hacer de Castilla la Mancha una región más eficiente desde el punto de vista energético y contribuir a conservar el medioambiente y el desarrollo sostenible.

Con el objetivo de reducir el consumo energético de nuestros hogares manteniendo las mismas condiciones de confort y bienestar, se pueden seguir estos sencillos consejos.

  • ILUMINACIÓN
    • Sustitución de bombillas tradiciones por bombillas eficientes con tecnología led.
    • Aprovechar al máximo la luz natural, apagando las luces cuando no sea necesario.
    • Colocar detectores de presencia en zonas de tránsito de poca utilización.
    • Distribuir correctamente las lámparas, ajustándose a las necesidades de cada ubicación.
  • ELECTRODOMÉSTICOS Y APARATOS ELÉCTRICOS
    • Apagado de los equipos en función de su uso.
    • Elegir el tamaño de los electrodomésticos en función de las necesidades y realizar un buen mantenimiento de los mismos.
    • Aprovechamiento al máximo de la capacidad de la lavadora y lavavajillas, procurando que trabajen a carga completa y a bajas temperaturas.
    • Renovar los electrodomésticos por equipos más eficientes.
  • CLIMATIZACION Y CALEFACCIÓN
    • Uso de protectores solares como persianas, toldos y cortinas.
    • Correcto dimensionamiento de los equipos de calefacción y aire acondicionado en función del emplazamiento y número de personas que habitan en casa.
    • Uso de termostatos que permitan regular la temperatura de forma individual. En verano, de 24ºC y 26ºC es una temperatura adecuada y en invierno de 19ºC a 21ºC.
    • Uso de calderas eficientes, permitiendo ahorrar hasta un 25% de la energía.
    • Correcto mantenimiento de los equipos de calefacción y aire acondicionado.
  • DOMÓTICA Y ENERGÍAS RENOVABLES
    • Instalación de sistema domóticos que permitirán conocer el consumo energético y administrar de forma inteligente la iluminación, climatización, electrodomésticos u otros equipos instalados en la vivienda.
    • Instalación de energías renovables que permitan cubrir las necesidades energéticas de tu vivienda (calefacción, aire acondicionado, agua caliente,…), reduciendo tanto su factura energética como el consumo de combustibles fósiles, con la consecuente disminución de emisiones de CO2 a la atmósfera.

A través de pequeños cambios en nuestros hábitos , podemos conseguir ahorrar energía en nuestros centros de trabajo.

  • Aprovechar la luz natural el mayor del tiempo posible. Abrir y cerrar las persianas en función de las necesidades de cada época del año.
  • Hacer un uso racional de la iluminación apagando las luces cuando estas no sean necesarias.
  • Adaptar la iluminación a las necesidades reales de cada puesto de trabajo, reorganizando el mobiliario con el fin de aprovechar al máximo la luz natural.
  • Abrir las ventanas y puertas para ventilar los diferentes habitáculos, teniendo en cuenta que con 10 minutos es suficiente.
  • A la hora de calefactar o refrigerar, no se superarán los 24ºC en invierno al calentar y no se bajará de los 21ºC en verano al refrigerar.
  • Adecuar la vestimenta a las circunstancias climatológicas de cada época del año.
  • Llevar a cabo un correcto mantenimiento tanto de los sistemas de calefacción y climatización como del resto de equipos.
  • Evitar abrir puertas y ventanas mientras el aire acondicionado o la calefacción están funcionando.
  • Apagar y desconectar los ordenadores, pantallas, impresoras u otros aparatos eléctricos cuando no estén en uso.
  • Configurar el modo ahorro de energía en todos los equipos que permitan dicha opción (ordenadores, monitores, impresoras).
  • Usar regletas múltiples con interruptor y/o enchufes programables.
  • Desenchufar de la corriente los cargadores de baterías que no se estén utilizando.
  • Renovar o comprar nuevos equipos cuyo grado de eficiencia energética sea máximo.
  • Cambiar las bombillas fundidas/consumidas por bombillas con tecnología led.

El transporte supone alrededor de un tercio del consumo energético final y emite a la atmósfera entorno al 26% de CO2 equivalentes que se producen en España contribuyendo así al Cambio Climático y a otros problemas ambientales como la contaminación atmosférica (emisión de gases de efecto invernadero).

¿Sabías qué?

– Por cada litro de gasolina consumido se emiten unos 2,5kg de CO2 a la atmósfera.

– Por cada litro de gasoil consumido se emiten unos 2,64kg de CO2 a la atmósfera.

Con el objetivo de reducir los efectos negativos del uso del transporte, a continuación, se especifican una serie de recomendaciones:

  • Utilizar el transporte público.
  • Siempre que sea posible realizar los desplazamientos en bicicleta o a pie.
  • Fomentar el uso compartido el vehículo con otras personas.
  • Usar un vehículo adaptado tus necesidades, eficiente y menos contaminante. Por ejemplo, el uso de vehículos eléctricos, híbridos,… en función de los tipos de desplazamientos realizados.
  • Mantener un mantenimiento adecuado del vehículo. Descuidar la presión de las llantas, su alineación, el filtro de aire, las bujías y la carburación no sólo incrementa el desgaste, sino que también aumenta el consumo de combustible y, en consecuencia, la contaminación.
  • Conducir de forma eficiente:
    • Evitar que el tanque de gasolina tenga menos de la mitad de su contenido, pues esto incrementa la evaporación del líquido.
    • Circular con las ventanas cerradas. Llevarlas abiertas aumenta la resistencia al viento y, por tanto, aumenta el consumo de energía.
    • Mantener el aire acondicionado entre 23 y 24º.
    • Mantener una velocidad lo más uniforme posible. Aumentar la velocidad de nuestro automóvil de 100 km/h a 120 km/h supone aumentar el consumo de combustible en un 35%.
    • Evitar aceleraciones, frenazos, respetando las distancias de seguridad.
    • Arrancar el motor sin pisar el acelerador.
    • En paradas prolongadas, apagar el motor del coche.
    • Usar marchas largas y a bajas revoluciones:
      • En los coches de gasolina realice los cambios hacia marchas largas cuando el cuentarrevoluciones esté entre los 2.000 r.p.rm y los 2.500 r.p.m.
      • En los coches diésel, cambie de marcha entre las 1500 r.p.m y 2.000 las r.p.m.